Afectados de fibromialgia piden a los políticos que se comprometan con ellos

Una treintena de colectivos de afectados de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica-Encefalomielitis Miálgica, Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad de todo el país, incluida Castilla-La Mancha, piden a los políticos que se comprometan con su “precaria” situación sociosanitaria.

En un comunicado, estas asociaciones y federaciones recuerdan que en España hay un millón y medio de afectados por Síndromes de Sensibilización Central (SSC), que mirarán “con lupa” los programas electorales de los partidos y dicen a los políticos “también existimos”.

Las asociaciones, entre las que se encuentra la Asociación de Fibromialgia y Fatiga Crónica de Villarrobledo (Afibrovi), están enviando a los partidos una lista de actuaciones relacionadas con la discapacidad, incapacidad, formación a médicos, investigación, prevención, control de factores ambientales desencadenantes y mejora de la atención médica, entre otras.

Entre las acciones que proponen destaca la actualización de los baremos de valoración de discapacidad, de forma que reflejen “la realidad” de la discapacidad asociada a estos síndromes.

También piden crear unidades de referencia, áreas especializadas y zonas adaptadas para la atención de estos pacientes, y la promoción de la integración, participación, mejora de la calidad de vida y eliminación de barreras asociadas a la discapacidad, para evitar la discriminación y la exclusión social.

Las organizaciones explican en su iniciativa ‘Síndromes de sensibilización central en campaña’ que la mayoría de los afectados “tienen una situación vital muy difícil” por su estado de salud y por las “consecuencias” derivadas de una actuación institucional “deficiente” en la falta de tratamientos eficaces desde la sanidad pública o de legislación para la adaptación de los puestos de trabajo, entre otras.

En este sentido, explican que un número elevado de estas personas pierde su trabajo y, en diferente grado, la capacidad de trabajar, y subrayan que, además, el 80 por ciento de las personas damnificadas son mujeres.