Carlos de Prada: «Ignoramos que los tóxicos están detrás de muchas enfermedades»
ENFERMEDADES AMBIENTALES, EN BIOCULTURA. Palau Sant Jordi,
1/5/2010 PREMIO NACIONAL DE MEDIOAMBIENTE
El periodista Carlos de Prada, Premio Global 500 de la
ONU y Premio Nacional de Medioambiente, abrirá la Jornada sobre Enfermedades Ambientales que se celebra esta tarde en la feria Biocultura con la conferencia La Sensibilidad Química Múltiple (SQM). El riesgo tóxico diario, que toma prestado del título de uno de sus libros, el primero en español sobre el tema. Acaba de publicar Antitóxico (Espasa).
¿Qué es la SQM?
Una enfermedad diagnosticada al 0,5% de la población, un 80% mujeres. La exposición a un tóxico, que puede estar en un limpiador o un perfume, puede generar intolerancia o hipersensibilidad después de una exposición muy alta o repetida en dosis más bajas. Los enfermos sufren picores, ahogos o fatiga extrema. No es psicológico.
¿Es gente con mala suerte?
¡No es tan rara la cosa! Los que están obligados a ir con mascarillas o no salen de casa porque el aroma del gel de su vecino les hace sentir morir no son pocos, y son la punta del iceberg de un bloque de dimensiones enormes y en parte subterráneo. Ignoramos que los tóxicos están detrás de muchas enfermedades.
¿Como cuales?
Muchos tipos de cáncer, como el de mama, de colon o de próstata; enfermedades que afectan al sistema inmunitario como el lupus o la arterioesclerosis. Y son conocidos los estudios que vinculan las sustancias químicas con el asma y las alergias.
¿Tan grave es?
Una de las causas más relevantes de la enfermedad de hoy es la contaminación química. En los últimos 150 años, el hombre ha producido más de 100.000 sustancias no presentes en la naturaleza y solo se ha estudiado el 1%. En nuestra sangre, grasa y tejidos hay toda una serie de contaminantes intrusos.
¡Pero aquí estamos!
Como explico en mi último libro, si usted mete a una rana en agua hirviendo, saltará, pero si le va calentado el agua lentamente se irá encontrado mal hasta escaldarse.
¿Y qué propone?
Es imposible aislarse totalmente de todos los tóxicos sospechosos y hay muchos intereses detrás, pero la forma de consumir es la clave.
¿Qué hacemos?
Aplicar el sentido común. El bicarbonato con agua es un magnífico desodorante. El borax o el vinagre son limpiadores eficaces. Hay productos menos inocuos y cada día son más asequibles.