Entre un 2 y un 3% de población podría padecer fibromialgia en España
La fibromialgia se manifiesta con dolor persistente o fatiga extrema
Los tratamientos dependen de cada caso, y no hay una terapia efectiva
Podría producirse por una disfunción del procesamiento de la señal dolorosa en el sistema nervioso central
La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que entre un 2 y un 3% de la población española podría padecer fibromialgia. Se trata de un grupo de síntomas y signos que se caracteriza por dolor persistente, por fatiga extrema y alteraciones del sueño, lo cual afecta muy seriamente a la calidad de vida de los pacientes.
Según ha explicado la SEN en un comunicado, es la segunda causa de consulta en los servicios de Reumatología pero cada vez es más común que personas que padecen cuadros de fibromialgia se deriven a los servicios de Neurología.
La fibromialgia suele llevar asociada el padecimiento de migraña u otro tipo de cefaleas, al menos en el 80% de los casos, señala la SEN. También trastornos del sueño (93%) o problemas de memoria (89%), ya que se cree que está producida por cambios funcionales en el sistema nervioso central de los pacientes.
El inicio de los primeros síntomas suele situarse entre los 20 y 40 años de edad y hay claramente un predominio femenino: entre un 3 y un 6% de las españolas podrían padecen fibromialgia.
Consecuencias de la fibromialgia
“Las repercusiones personales, familiares y sociales de la fibromialgia son muy importantes, por la discapacidad que genera, por el número de pacientes que la sufren y los que aún están sin diagnosticar, y por la ausencia de una terapia efectiva en muchos de los casos”, ha señalado el doctor José Mª Gómez Argüelles, coordinador del Comité ad-hoc para el Estudio de la Fibromialgia de la SEN.
“Por lo tanto, es deseable no solo un aumento de la investigación en este campo, sino avanzar en el diagnóstico y abordaje de esta enfermedades”. Según indica la SEN se estima que 3 de cada 4 pacientes con cuadros de fibromialgia está sin diagnosticar, y que el 48% de los pacientes padece una discapacidad moderada o severa, un 10% discapacidad muy severa y un 20% afirma no poder ir a trabajar nunca o solo algunos días.
La importancia del diagnóstico
“Cuando un paciente con fibromialgia acude a la consulta de un neurólogo, generalmente, ya ha visitado a múltiples especialistas que han tratado de buscar soluciones a sus síntomas. Diagnosticar la fibromialgia sigue siendo complicado ya que no existe ninguna prueba de laboratorio o radiológica para esta enfermedad, pero esto también ocurre en otras patologías neurológicas, como por ejemplo la migraña”, ha explicado Gómez Argüelles.
No existe ninguna prueba de laboratorio o radiológica para la fibromialgia
“Existe aún mucho desconocimiento de estas patologías y muchos de los síntomas son comunes de otras enfermedades. Además, todavía existen muchas incógnitas sobre cuál puede ser el origen de la fibromialgia”, ha indicado.
Este experto ha apuntado que la mayoría de los estudios recientes indican que la fibromialgia ocurre por una disfunción del procesamiento de la señal dolorosa en el sistema nervioso central. “Es como si se amplificase cualquier estímulo en el cerebro de estas personas, de ahí que se encuadre esta patología dentro de lo que ahora se denominan síndromes de sensibilización central, donde también entrarían cuadros como el síndrome de fatiga crónica o el síndrome del intestino irritable”, comenta el doctor.
Tratamiento de la fibromialgia
El tratamiento de la fibromialgia tiene que abordarse de forma individualizada, ya que aunque actualmente no existe ningún tipo de terapia que consiga eliminar la enfermedad.
Se pueden llevar a cabo medidas para mejorar los cuadros de dolor y tratar muchos de los problemas asociados a esta dolencia. “Los pacientes con fibromialgia no experimentan de igual forma la enfermedad.
Existen distintos grados y una amplia variedad de problemas asociados que hay que intentar tratar: con fármacos que modulen el sistema nervioso central, ejercicio o psicoterapia”, concluye el doctor José Mª Gómez Argüelles. “Lo que está claro es que los analgésicos convencionales, que suelen ser la primera opción terapéutica, no son eficaces“, ha rematado.